Lluvia. Así es como
empieza esta historia, en una pequeña ciudad entre montañas, concretamente en
la zona norte de ésta, cuyo verdadero nombre sólo es recordado por los más
mayores, y ahora es apodada como “La
ciudad de las Casas Quemadas”. ¿De dónde viene este nombre? Pues del amargo y
misterioso suceso que tuvo lugar en la zona oeste de la ciudad. Aproximadamente
una treintena de casas ardieron sin dejar ningún superviviente. Esto conmocionó
no solo a los habitantes de la ciudad, sino a todo el continente. La policía
investigó durante bastante tiempo qué pudo provocar el terrible incendio, pero
no sacaron nada en claro. Entre todas estas casas se encontraba la mansión
Cuervo Negro. Esta mansión es reconocida porque tiene tres hermanas: una por
cada punto cardinal, es decir, en el norte, otra en el sur y una última en el este.
Sólo dos de estas mansiones estaban habitadas… hasta que la familia Norton
compró la del norte. La llamada Árbol Blanco, haciendo clara alusión a los cornejos blancos plantados en el patio principal de la casa.
Aunque los Norton
habían vivido durante años en la zona sur de Casas Quemadas, al entrar el hijo
menor, Rick Norton, en bachillerato decidieron mudarse cerca del centro escolar
más prestigioso de la zona, ya que Demi Norton trabajaba como abogada desde muy
temprano y su marido, Jack Norton, estaba fuera durante meses, lo que obligaba
a Rick a ir caminando hasta el colegio. Para él fue una alegría, pues no sólo
vivía cerca de uno de los mejores colegios, sino que también lo hacía en una de
las casas más antiguas de la ciudad, aunque lo que más le atraía era conocer a
gente nueva.