viernes, 12 de julio de 2013

Fragmento: Criaturas de la noche.

Este fragmento es del segundo libro, y es uno de mis favoritos porque indica el principio de una historia triste y fría, inicialmente separada de la trama principal. Debajo, un poco de ambientación de la escena.

     "Corrió dejando atrás Dryandales y adentrándose en los bosques oscuros al sur de Dementia. Sentía dolor en todo su cuerpo. Tropezó y cayó al suelo, sin fuerzas para levantarse. La chica se incorporó torpemente entre sollozos. Sentía una maldición en su interior y a la vez una bendición, batiéndose entre ellas para lograr dominar sobre la otra. Se llevó una mano al pecho. No sentía nada, su corazón ya no latía, y su alma dormía en un lugar lejano, ajeno a ella, frío y oscuro. Se puso el pelo rojizo detrás del hombro y bajó la cremallera de su mono. En su más absoluta desesperación, se clavó las uñas en el pecho, tratando de alcanzar su corazón. No sangraba, estaba muerta, seguía viva. Se dejó caer sobre las hojas secas mientras el siniestro bosque de negruzcos árboles y oscuras hojas rugía sobre ella, con las lunas brillando en el cielo de una noche clara, ya limpia de la oscuridad que la había envuelto. Un joven se acercó a ella. No era humano, ni era brujo. Incapaz de luchar, cerró los ojos y se dejó ganar."




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