Aunque hablo por mí, creo que todos los escritores tenemos una banda sonora para cada una de nuestras novelas. Yo por mi parte cada vez que escuche a Leona Lewis recordaré mi primera novela, los mejores y peores momentos de cada personaje y mis mejores y peores momentos al escribir. Difícil es no pensar ya en esos personajes al escuchar Better in Time, Love Letter, Take a Bow o I See You.
Durante mi segunda novela fue Evanescence quién me acompañó, identificándome yo mismo con canciones como Hello o My Immortal, o, por ejemplo, al personaje de Alisa con Haunted. Alejandro Sanz también estuvo con Yo Hice Llorar Hasta a Los Ángeles o Nuestro Amor Será Leyenda. Y también empezó a acompañarme Malú con Dicen Por Ahí, No Voy a Cambiar, y especialmente Ni Un Segundo para Clara.
Durante esta tercera novela, que aún tiene cien páginas, he buscado inspiración en mi infancia, con temas como "Bella y Bestia Son", "Kiss The Girl" o "Un Mundo Ideal", pero Malú ha seguido ahí, con "Guerra Fría", "Así lo haré", "Desaparecer", "Ángel Caído"... No es sólo inspiración, pues para escribir bien hace falta algo más, motivación. Y eso me proporcionan sus nuevas canciones, inspiración y motivación. Y, de nuevo hablando por mí, no existe nada mejor que poder decirle a estos artistas lo importantes que son para ti, el hecho de que han formado parte de la base de tu imaginación. No he podido decirle que es la banda sonora de mi historia, pero sí que he podido regalarle mi primera novela con una breve nota. Saber que lo que hay entre ella y yo es mi novela, y que ahora ella la tiene es más que suficiente. Gracias, Malú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario